101500547-La-Catequesis-en-Los-Primeros-Siglos01.pdf

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TÍTULOS PUBLICADOS
Jean Daniélou
Regina du Charlat
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LA CATEQUESIS EN LOS PRIMEROS SIGLOS
NARRACIONES DEL TALMUD
LA
C A T E Q U E S I S
E N LOS PRIMEROS SIGLOS
Grafite Ediciones
/
Monte Carmelo
1998
P R Ó L O G O
O
Editorial MONTE CARMELO
Padre Silverio,
2
09001
BURGOS
ISBN:
84-7239-431
-X
O
GRAFITE
Ed.
lcrones
Avda. La libertad,
45
48902
Baracaldo
Via A. de Gasperi,
55
80 133
Nápoles (Italia)
ISBN:
84-95042-1 1-8
BU
-
5 19
-
98
Ego Comunicación
Imprenta Editorial MONTE CARMELO
Padre Silverio,
2
09001
BURGOS
Depósito legal:
Composición:
Imprime:
Estas páginas son eco de una ensefianza dada en el Instituto
Superior de Pastoral Catequética de París. Sor Regina du Charlat se
ha preocupado de redactarlas sirvitndose de las anotaciones de los
estudiantes.
Se trata en estas explicaciones de descubrir las grandes líneas del
catecumenado en la Iglesia antigua, de modo que puedan aprove-
charse para la pastoral contemporánea.
Esto explica el carácter peculiar del libro. Intencionadamente se
han dejado de lado los pormenores extremadamente complejos sobre
la historia de la institución catecumenal. Numerosas monografías
han tratado el tema
y
lo continuarán tratando. Únicamente se estu-
'
dian las grandes etapas de la evolución. Especial interés se ha puesto
en el contenido de la catequesis.
Y
se ha preferido conservar la ense-
fianza común, que representa la predicción de la fe, más que el situar
los textos en su contexto histórico. También ha querido el autor des-
m
LA C A T E Q U E S I S EN L O S
P R I M E R O S S I G L O S
tacar cuanto es de actualidad en estas instrucciones. Igualmente, en
lo que se refiere al método, se ha procurado poner en relieve lo que
continúa siendo válido hoy, haciendo menos caso a cuanto se rela-
ciona con una cultura distinta de la nuestra.
La historia de la catequesis patristica aún está por escribirse. Se
trata aquí de un simple esbozo, con el que se pretende introducir en
un campo excepcionalmente rico e interesante.
La catequesis patdstica, puesto que se fija en lo esencial de la fe, es
lo que sigue siendo más vivo, menos aferrado a su tiempo en la obra
de los Padres. H a tenido además el privilegio de ser inspirada por los
grandes autores de aquel tiempo Cirilo de Jerusalén, Juan Crisóstomo,
Arnbrosio, Agustin. En ellas condensaron lo sustancial de su pensa-
miento. Constituye, por tanto, una fuente en la que la catequesis
actual puede seguir alimentándose.
Esto es lo que justifica este libro. Sor Regina du Charlat ha creido
que merecfa la pena ampliar el cfrculo de estas explicaciones más allá
de los oyentes del Instituto Catequttica. Le estoy de veras agradeci-
do por el empefio que ha puesto en ello.
JEAN
DANIÉLOU
Catequesis, kerygma, homilía
La catequesis es la comunión viva del depósito de la fe en los nue-
vos miembros que se agregan a la Iglesia. Constituye, pues, un aspec-
to particular del ejercicio del Magisterio. No debemos descuidar su
importancia
y
considerarla como un factor, si no accesorio, al menos
secundario de la ensefianza de la Iglesia. En realidad es proclamación
de la Palabra de Dios
y,
como tal, parte integrante de la tradición, de
la que es elemento constitutivo.
La catequesis tkne, por tanto, una existencia perfectamente carac-
terizada. Pero antes de describirla, conviene que la distingamos, por
una parte, del kerygma o anuncio de la Buena Noticia de la
Resurrección, y por otra, de la homilía o ensefianza corriente a los
miembros de la comunidad cristiana.
LA
CATEQUESIS EN LOS PRIMEROS SIGLOS
El Kerygma
El kerygma, en el sentido técnico del vocablo, es el primer anun-
cio de la Buena Noticia. Los
Hechos d e los Apdstoles
nos proporcionan
muchos ejemplos de Pedro, Esteban y Pablo
l.
La primera caracterfs-
tica de este anuncio es el ser una proclamación oficial. El que habla,
lo hace oficialmente en nombre de Dios, como "heraldo" suyo. El
kerygma abarca todo aquello que concierne a la esencia misma del
misterio cristiano, sin desarrollo ni pormenores, y tiene esencial-
mente por objeto la Resurrección de Cristo. Depende en gran parte
del ambiente al que se dirige y, por tanto, se adapta a los rasgos carac-
terísticos de este ambiente. Los modos de adaptación o los obstácu-
los difieren, en efecto, según los diversos contextos culturales. El
kerygma utiliza el conocimiento de éstos para justificar lo que ense-
iía. Así, en los
Hechos,
vemos cómo se anuncia de diferente manera
a los paganos
y
a los judíos. A los judíos Pedro les muestra cómo
Cristo cumplió las promesas del Antiguo Testamento. Y cuando
Pablo se dirige a los griegos, se apoya más bien en la búsqueda de
Dios que anida en la naturaleza del corazón del hombre. Esto da al
kerygma un aspecto muy especializado y local; adherido así al len-
guaje de una época o de un ambiente, envejece en seguida.
homilía, además, mantiene estrecha relación con la liturgia; deriva del
texto de la Escritura propio del día. Y sabemos que los "sermones"
a
constituyen una parte muy importante de la literatura cristiana anti-
gua; baste recordar a San Juan Crisóstomo o a San Agustín.
En los primeros siglos, la predicación no ofrecía el carácter anár-
quico que se manifiesta frecuentemente en nuestros días. La homilía
obedecfa a reglas y formas tan fijas como las de la liturgia. Cada
homilía tenía un determinado contenido
y
a partir de estas normas
se improvisaba. Es también un género especialmente orientado a las
apelaciones prácticas y morales. Tiende a una profundización espiri-
tual y pretende ensefiar a los oyentes a descubrir las repercusiones
que el texto de la Palabra puede tener a diario en su vida concreta.
La
Catequesis
La catequesis se coloca precisamente entre estos dos momentos del
anuncio de la Palabra de Dios que son el kerygma
y
la homilía.
Quienes la reciben, han escuchado ya el kerygma y decidido conver-
tir su vida a la fe de Cristo. Pero no conocen todavía esta fe. Tienen
que descubrirla sistemáticamente por medio de la catequesis. Más
tarde ahondarán en el mensaje espiritual gracias a la homilía, cuan-
do se integren en la comunidad de los creyentes por el bautismo y la
eucaristia.
La
Homilía
La homilía, por el contrario, es la enseíianza ordinaria que se da a
la comunidad de los fieles. Esta mucho más desarrollada que el keryg-
ma, aunque no llega
al
desarrollo sistemático de la catequesis. Podría
decirse que busca una mayor profundización. En todo caso, supone
que aquellos a quienes se dirige conocen el contenido de su fe. La
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La
Catequesis. Ensefianza completa
y
elemental
La catequesis es ante todo una exposición a la vez completa y ele-
mental del misterio cristiano. Debido a su carácter completo, se dife-
rencia del kerygma. Una vez despierta la fe, hay que instruir en todo
su contenido al catecúmeno que se prepara al bautismo. Y por su
1
A L ~
p
2. 1 4 - 3 9 , 3 , 1 2 - 2 6 ,
10,
3 4 - 4 3
( P e d r o ) ,
7,
2 - 5 3
( E s t e b a n ) ,
A
13,
16-41, 17,22-30
( P a b l o ) ,
etc
.
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