Rafael Azcona, guionista. Cuatro semblanzas de la España franquista (Lea Evelyn Hafter, 2008).pdf
(
425 KB
)
Pobierz
S
IGLOS
XX
Y
XXI. M
EMORIA DEL
I C
ONGRESO
I
NTERNACIONAL DE
L
ITERATURA Y
C
ULTURA
E
SPAÑOLAS
C
ONTEMPORÁNEAS
Rafael Azcona, guionista: cuatro semblanzas de la
España franquista
1
Lea Evelyn Hafter
Centro de Estudios de Teoría y Crítica Literaria – Universidad Nacional de La Plata
leahafter@hotmail.com
Resumen
Las intervenciones de Rafael Azcona como guionista recorren medio siglo de cine español dejando
una huella ostensible. De la totalidad de las películas cuyo guión le pertenece, un grupo –que
representa a la vez los comienzos del autor en el medio cinematográfico– conforma un corpus con
características específicas; se trata de El pisito (Ferreri, 1958), El cochecito (Ferreri, 1960), Plácido
(García Berlanga, 1961) y El verdugo (García Berlanga, 1963). Es en estos filmes que aparecen y se
asientan algunos de los rasgos distintivos de la poética de Rafael Azcona guionista, como resultan,
por ejemplo, la aparición del hombre común como protagonista y “héroe” de los avatares cotidianos,
el humor y la sutil ironía en el planteo del conflicto, la elaboración de diálogos que exceden la mera
función informativa. En el caso de las películas citadas, y en un contexto cinematográfico mundial en
el que los nuevos movimientos buscan desarrollar una producción alterna al preeminente modelo
hollywoodense, estos rasgos aparecen en función de retratar los vicios y los padecimientos de una
sociedad española que, bajo un régimen dictatorial, transita los últimos años 50 para entrar de lleno
en la convulsionada década del 60.
Palabras clave: Rafael Azcona – guión –cine español – años 50
Las intervenciones de Rafael Azcona como guionista recorren medio siglo de cine
español; sin lugar a dudas, su paso ha dejado una huella que no puede –ni podrá– ser
ignorada por todo aquel que por diversos motivos y desde diferentes perspectivas se
acerque a la cinematografía española.
De la totalidad de las películas cuyo guión le pertenece a Azcona, entre las que se
encuentran La lengua de las mariposas (José Luis Cuerda, 1999), Belle Époque (Fernando
Trueba, 1992), La
gran comilona
(Marco Ferreri, 1973), La
corte de Faraón (José
Luis
García Sánchez, 1985)¡Ay, Carmela! (Carlos Saura, 1990),
2
sólo por citar algunos de sus
El presente trabajo se inscribe en el proyecto grupal “Memoria histórica y representación del pasado
reciente en la narrativa española contemporánea”, dirigido por la Dra. Raquel Macciuci y acreditado
ante el Programa de Incentivos y la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica.
2
La selección de estos títulos obedece también a la intención de dar cuenta, al menos en parte, del
disímil conjunto de directores con los que trabajó Rafael Azcona a lo largo de las cinco décadas que
transitó por la industria.
1
La Plata 1 al 3 de octubre 2008
F
ACULTAD DE
H
UMANIDADES Y
C
IENCIAS DE
P
ÁGINA
1
LA
DE
7
E
DUCACIÓN
U
NIVERSIDAD
N
ACIONAL
DE
L
A
P
LATA
más renombrados trabajos, un conjunto de cuatro filmes conforma un corpus con
características específicas, a la vez que representa los comienzos de Azcona en el medio
cinematográfico
3
. Me refiero a El pisito (Marco Ferreri, 1958), El cochecito (Marco Ferreri,
1960), Plácido (Luis García Berlanga, 1961) y El verdugo (Luis García Berlanga, 1963).
En primer lugar, uno de los aspectos que evidencia la singularidad de estas obras
radica en que es en estas películas que aparecen y se asientan ciertos rasgos distintivos de
la poética de Rafael Azcona guionista
4
.
Ahora bien, hablar de la labor específica de la figura del guionista dentro de un
producto cinematográfico es un tema complejo, principalmente porque sus límites son
difusos
5
. El mismo Azcona declaraba en una de sus últimas entrevistas:
Hasta que se entrega el guión, el guionista es un ser imprescindible, y todo el mundo está de
acuerdo que sin un buen guión no hay una buena película, eso se dice, pero se dice hasta
que el guionista entrega el guión. Una vez que el guionista entrega el guión, todo el mundo
opina sobre el guión, pero a veces sin haberlo leído. (s.f., 2007)
Sin embargo, es incuestionable que Rafael Azcona posee un reconocimiento
unánime sobre su estatuto como guionista y autor.
En España, y generalmente en Europa, el propio guionista suele ser el director de la película,
mientras que en Estados Unidos esto no es lo más habitual. La razón de esta diferenciación
no reside únicamente en la vieja idea de que en Europa se hace un cine de autor frente al
cine de género de Hollywood. También sucede que en nuestro país apenas tiene tradición el
oficio de guionista.
Si bien existen otros trabajos previos de Azcona en el medio audiovisual, no serán considerados
dentro del presente corpus, algunos por sus característica formales (me refiero a Se vende un tranvía
(Estelrich y Berlanga, 1959) y La muerte y el leñador (Berlanga, 1962, episodio dentro de Les cuatre
vérités)),
y otros, como El
secreto de los hombres azules
(Agabra, 1960), porque plantean otra
estética y abordan otro tipo de género.
4
Si bien, como afirma Yosálida C. RiveroZaritzky, “Aun cuando Azcona es conocido por su enorme
producción de guiones cinematográficos, se hace imprescindible la revisión de su obra temprana, ya
que a partir de esos escritos pueden apreciarse las características de su obra posterior donde, a
pesar de tratarse de una labor colectiva, se mantienen sellos personales de la voz de Azcona” (2005:
63), el presente trabajo no desconoce dicha obra, pero se centra en el corpus citado.
5
La polémica sobre el tema, que se extiende hasta el terreno de la autoría sobre el filme, es profusa;
sólo por marcar uno de los sucesos más cercanos, basta recordar el manifiesto presentado por la
Asociación de Guionistas Europeos (Federation Scenaristes Europe FSE) en el Festival de Berlín del
pasado año, en el que reclamaban por sus derechos en tanto autores.
3
La Plata 1 al 3 de octubre 2008
F
ACULTAD DE
H
UMANIDADES Y
C
IENCIAS DE
P
ÁGINA
2
LA
DE
7
E
DUCACIÓN
U
NIVERSIDAD
N
ACIONAL
DE
L
A
P
LATA
La gran excepción a la regla es Rafael Azcona, uno de los pocos profesionales del guión en
España. (Cabrera Guarinos, 2000).
Los rasgos de su universo ficcional y de su poética trascienden la figura del director
con el que temporalmente se asocia, y en ocasiones provocan un reconocimiento particular
de su intervención, esto es, se destaca dentro de la filmografía de un director aquellas
películas en las que Azcona participa como guionista, distinguiéndolas por ciertas
características que parecen aunarlas.
Es preciso destacar también que el trabajo conjunto de este autor tanto con Ferreri
como con Berlanga continuará desarrollándose en el tiempo, llevando a la pantalla
reconocidos productos cinematográficos cuyo valor, por otra parte, trasciende las fronteras
de España.
Retomaré la senda de los comienzos de Azcona en el cine
6
. Las dos películas
dirigidas por Ferreri son adaptaciones de textos literarios escritos por nuestro autor con
anterioridad a su ingreso al medio audiovisual. Las otras dos parten de una idea, de un
argumento del director, José Luis Berlanga. Las cuatro transitan los últimos años de la
década del 50 y de los primeros años 60. El contexto cinematográfico en el que se inscriben
implica un Hollywood fascinado por la técnica y el color, completamente afianzado en su rol
de productor de cine de género a escala industrial; un cine europeo que indaga la posibilidad
de tomar nuevos rumbos mediante exploración de diferentes estéticas, entre las que se
destaca el neorrealismo. En España, mientras tanto, el cine se mueve “dentro de un
regionalismo folklórico, ruralista y atemporal, o en el marco de una historia pasada y heroica
que justifica(ba) el actual presente” (Fernández, apud Carratalá, 1997: 72). En ese contexto,
una nueva camada de cineastas crece bajo la influencia de las nuevas tendencias europeas,
principalmente el ya mencionado neorrealismo, a la vez que, en una maniobra en apariencia
paradójica, revitaliza algunos de los elementos del más genuino sainete español,
promoviendo lo que Ríos Carratalá denominó “lo sainetesco” en el cine. Es en esa corriente
que se inscriben nuestras cuatro películas con guión de Rafael Azcona, pero además de
servirse de estos elementos no sólo trasciende sus usos habituales sino que a la vez los
mezcla con otros que parecerían a simple vista incompatibles, como el humor negro o lo
esperpéntico, logrando de ese modo un cine con identidad singular.
La anécdota de su entrada a la industria es conocida, así como su desdén por cuestiones
intelectuales ligadas al medio (ver Nosferatu, 33, 1617)
6
La Plata 1 al 3 de octubre 2008
F
ACULTAD DE
H
UMANIDADES Y
C
IENCIAS DE
P
ÁGINA
3
LA
DE
7
E
DUCACIÓN
U
NIVERSIDAD
N
ACIONAL
DE
L
A
P
LATA
Desde el guión, en cada una de estas películas, prevalece una mirada crítica y
corrosiva. Los personajes sufren un arco tal de transformación que, si bien terminan
solucionando en apariencia el conflicto, quedan cara a cara con su más cruda realidad.
El pisito
cuenta la historia de Rodolfo, quien tras permanecer más de diez años de
noviazgo con Petrita, encuentra como única salida casarse con la octogenaria doña Martina
para heredar tras su muerte la condición de inquilino y poder formar una familia con su
novia.
El cochecito
narra los avatares y desventuras del anciano don Anselmo para
conseguir un coche –una suerte de silla de ruedas motorizada de manera un tanto
estrafalaria que utilizan quienes manifiestan algún impedimento físico
7
– y no quedar
entonces fuera de su grupo de pertenencia social.
Plácido debe lograr reunir el dinero para pagar, en la noche de navidad, la primera
letra de su coche, único y extraño sostén económico de su familia.
Y por último, en El
verdugo,
un acorralado y poco decidido José Luis se verá
arrastrado por las circunstancias a ejecutar el repudiado empleo de su suegro.
Las cuatro películas exhiben rasgos característicos del cine azcontiano: la aparición
del hombre común como protagonista y “héroe” (o mejor dicho antihéroe) de los avatares
cotidianos; el humor y la sutil ironía en el planteo del conflicto; la elaboración de diálogos
que exceden la mera función informativa, y que suelen entrar en tensión con la elaboración
e información de la imagen. Además, estos mismos rasgos aparecen en función de retratar
los vicios y los padecimientos de una sociedad española que, bajo un régimen dictatorial,
llevando la marca de los más duros aspectos de la religión, arrastrando las consecuencias
de una guerra fraticida, abandonará los años 50 para entrar de lleno en la convulsionada
década del 60, intentando mostrar al mundo su cara menos triste, convirtiéndose en último y
ansiado destino de descanso para el resto de Europa, abriéndose al progreso a un precio
quizás demasiado costoso.
Ese es el contexto de los protagonistas de las películas de Azcona; esas las
circunstancias en las que están inmersos.
A su manera, todos ellos son héroes marginados, personajes que padecen por
alguna razón el rechazo de los otros –unos “otros” que se encuentran, en tanto caracteres,
al servicio de representar algún aspecto cuestionable de la sociedad–, y se transforman por
lo mismo en víctimas del aislamiento. En numerosas escenas aparece explicitado
Es destacable el gusto de Azcona por reiterar en sus guiones la presencia de personajes paralíticos
o con discapacidades físicas.
7
La Plata 1 al 3 de octubre 2008
F
ACULTAD DE
H
UMANIDADES Y
C
IENCIAS DE
P
ÁGINA
4
LA
DE
7
E
DUCACIÓN
U
NIVERSIDAD
N
ACIONAL
DE
L
A
P
LATA
visualmente el rechazo, como en todas aquellas en las que se le niega la mano en el saludo
al verdugo, ya sea al anciano o a José Luis; o aquella en la que don Anselmo es dejado sólo
por sus amigos, quienes se van contentos y cantando una alegre canción, en medio del día
de campo que compartían hasta hacía instantes todos juntos, el rechazo esta vez obedece a
que don Anselmo no tiene un cochecito, ya que no lo necesita, puesto que camina
perfectamente.
Estos personajes son antihéroes:
Tal vez no en un sentido estricto, pues a menudo no hay una expresa voluntad de constituirse
como tales (…). Pero sí en el sentido amplio de intentar reflejar la imagen cotidiana de seres
anónimos, próximos al espectador, acuciados por los problemas de la supervivencia en una
España repleta de carencias. Son antihéroes abrumados por las circunstancias que, sin
embargo, no pierden la esperanza y hasta el buen humor (…). Circunstancias que en
películas como las de Ferreri y Berlanga (…) se impondrán... (Ríos Carratalá, 1997: 74).
El mismo Azcona ha afirmado: “A primera vista parece que el hombre, ante los
problemas que le plantea la vida, puede optar por el “sí” o por el “no”. Pero debe ser falso,
porque demasiado a menudo se ve obligado por las circunstancias a decir “sí”, y entonces el
hombre se jode.” (Riambau y Torreiro Apud Zanella, 2001: 169).
Me detendré en este punto. Las cuatro películas citadas marcan una senda, o más
bien un arco, que comienza con el tímido Rodolfo y termina con el angustiante José Luis. Si
el primero conseguirá apenas disfrutar de los beneficios de su condición de inquilino por ser
viudo de una anciana, el último gozará de una muy buena paga, y otros tantos favores del
oficio del verdugo (cuya exhibición por parte de Berlanga y Azcona a lo largo del filme es
evidente). En lo que va de una a otra película algo ha cambiado, algún síntoma se ha
agudizado.
Es que en esas circunstancias que llevan a los personajes a realizar actos que van
contra sus principios, y que al parecer representan los principios éticos compartidos por
buena parte de los espectadores, hay un acto que se desplaza, y que implica la
responsabilidad del personaje en cuestión, es el acto de la elección. Estos personajes
presos de sus circunstancias, eligen los supuestos beneficios de no poder decir que no, sus
actos no son completamente inocentes –tampoco parece quedar margen para ello–, y es allí
donde se aloja el sabor más amargo que dejan estas películas de Azcona ancladas en el
contexto español sucintamente descripto.
La Plata 1 al 3 de octubre 2008
F
ACULTAD DE
H
UMANIDADES Y
C
IENCIAS DE
P
ÁGINA
5
LA
DE
7
E
DUCACIÓN
U
NIVERSIDAD
N
ACIONAL
DE
L
A
P
LATA
Plik z chomika:
Hawkmenblues
Inne pliki z tego folderu:
El paraíso ibizenco y Rafael Azcona (Juan A. Ríos Carratalá, 2008).pdf
(3218 KB)
Antes que el guión. Sobre Estrafalario 1 de Rafael Azcona (Raquel Macciuci, 2001).pdf
(67 KB)
El último guión de Rafael Azcona (Juan Antonio Ríos Carratalá, 2008).pdf
(466 KB)
Dispositivos técnicos y técnica estrafalaria. (Raquel Macciuci, 2008).pdf
(366 KB)
Entrevista (Laura Tenorio, 2006).pdf
(159 KB)
Inne foldery tego chomika:
Revista de estudios históricos sobre la imagen - Filmoteca de la Generalitat Valenciana
Zgłoś jeśli
naruszono regulamin